El sector empresarial argentino muestra un optimismo cauteloso pero firme de cara al futuro económico, según la reciente Encuesta de Expectativas de Ejecutivos realizada por IDEA entre 257 directivos de empresas socias. Un 82% de los encuestados considera que la economía mejorará en los próximos 12 meses, con un 58% anticipando una situación “moderadamente mejor” y un 24% proyectando que será “mucho mejor”. En contraste, solo un 10% prevé un deterioro y un 8% espera que el escenario se mantenga sin cambios.
El ranking de obstáculos para el crecimiento empresarial refleja un cambio significativo en las preocupaciones del sector. La carga impositiva se posiciona como el principal desafío, mencionado por un 75% de los directivos, seguida por el exceso de regulaciones (35%) y la dificultad para encontrar talentos adecuados (25%). La inflación, que históricamente dominaba la agenda, cae al cuarto lugar con solo un 18% de menciones. “Se observa que la preocupación de los empresarios sobre la inflación ha cedido frente a la carga impositiva y el todavía exceso de regulaciones”, destacó Santiago Mignone, presidente de IDEA.
En cuanto a la inflación, las expectativas son alentadoras: un 21% de los ejecutivos cree que “disminuirá significativamente” y un 53% espera una reducción “moderada”. Este optimismo se ve reflejado en un índice de expectativas de 72 puntos para los próximos 12 meses, ligeramente inferior a los 76 puntos de la medición anterior, pero con un dato clave: “Es relevante que, por primera vez en una década, las expectativas de los empresarios hayan estado alineadas con la realidad observada”, afirmó Santiago Bulat, economista jefe de IDEA.
El ordenamiento macroeconómico, junto con el equilibrio del tipo de cambio y el balance fiscal, son los factores que más contribuyen a la percepción positiva del panorama actual, según Mignone. En este sentido, un 70% de los directivos proyecta que el dólar “aumentará moderadamente”, mientras que las tasas de interés dividen opiniones: un 45% espera que “disminuirán moderadamente” y un 28% prevé alzas moderadas.
Las proyecciones sobre el PBI son igualmente optimistas, con un 70% anticipando un crecimiento moderado y un 11% esperando un aumento significativo. Además, un 34% de las empresas espera un incremento moderado en sus exportaciones, y un 5% proyecta alzas significativas, mientras que un 60% estima que las ventas se mantendrán estables.
A nivel microeconómico, las empresas muestran signos de recuperación. Un 52% de los directivos reporta que el estado de su compañía es mejor que hace un año, con un desempeño más sólido en el sector servicios (58%) que en la industria (45%). La capacidad operativa se mantiene estable, aunque la proporción de empresas que operan a más del 86% de su capacidad instalada bajó del 41% en 2024 al 36% en 2025, con diferencias marcadas entre servicios (52%) e industria (34%).
En términos de empleo, un 33% de los empresarios anticipa un aumento en los próximos meses, mientras que un 42% espera estabilidad. La inversión también refleja señales positivas, con un 50% de los encuestados proyectando un incremento en sus compañías durante el próximo año. Sobre la rentabilidad, un 39% espera mejoras moderadas, aunque solo un 2% anticipa avances significativos. “La encuesta mantiene niveles de expectativas similares al año pasado, con un tono moderado en cuanto al devenir de la economía”, señaló Mignone, quien advirtió que el estancamiento del consumo y el impacto desigual en los sectores económicos son las principales preocupaciones hacia adelante.
Realizada en junio pasado entre grandes empresas y pymes de diversos sectores, la encuesta de IDEA evidencia un cambio en las prioridades del empresariado argentino. La menor preocupación por la inflación, junto con la estabilidad macroeconómica, permitió que temas como la carga impositiva y las regulaciones ganen protagonismo. “Observamos una baja en la preocupación por la inflación, lo que marca un cambio en la agenda empresaria respecto de años anteriores”, subrayó Bulat. Con estos resultados, el sector empresarial se prepara para un 2026 con expectativas de crecimiento moderado, pero con desafíos claros en materia de política tributaria y regulatoria.